Con los ojos embarrados
de llorar y de no ver
dibujo el mundo en una lágrima
con aguja y mi temblor.
Es tan débil como una gota
y tan fuerte como un planeta.
Y así soy yo, y así es mi amor;
así funciona todo a mi alrededor.
Tan complejo como el mundo,
pero inabarcable.
Tan simple como el agua,
pero indispensable.
El mismo dedo que me acaricia
me toca y me empuja.
El mismo aire en el que vuelo
me trae tierra hacia los ojos.
Y así, cansada y ciega
levanto vuelo y llueven
gotas como mundos,
que se desarman en mí.
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