viernes, 12 de septiembre de 2014

Hoy escribo

Son tiempos duros, rígidos.
Mucha flexibilidad y libertad teóricas, pero son duros.
No hay lugar para entrar y salir de uno mismo.
No es fácil sentir hoy, pienso. 
Me pasa eso, lloro muy seguido.
Y siento que está fuera de lugar llorar.
Llorar por pasión, por amor, por alegría.
Nadie llora, nadie grita, nadie se ríe a carcajadas por ningún lado.
Da vergüenza emocionarse con un cuento de "El libro de los abrazos".
Todos son fuertes, van mirando alrededor sólo por si les roban,
no van mirando si encuentran al amor de sus vidas o si alguien precisa ayuda.
No veo abrazos, besos, insisto: no veo risas.
Escucho a Silvio Rodríguez y lloro, leo y lloro, hablo y lloro.
¿Por qué lloro? Porque ante la falta de sensibilidad colectiva,
ante la soledad,
me brotan juntas: la pasión por la vida y la tristeza de no poder sentirla,
sentirla libre, sentirla a los gritos, sentirla sin cables ni wifi.
Estaré enamorada de la vida, el día que la vida me mire a los ojos y yo,
sola con mis pasiones, la entienda y me entienda.

lunes, 31 de marzo de 2014

Escrito en 3 minutos por situación de emergencia.

Quiero que estés tranquilo, que disfrutes de cada vez que respirás.
Quiero que no te preocupes, sino que te ocupes de ser feliz.
No hay que correr, no hay que caer...sólo caminar,
que los tiempos de tristeza son lentos,
pero recuperamos con vientos que sorprenden empujándonos desde atrás.
Quiero que mires profundo, sonrías profundo y vivas profundo.
Que profundo es más despacio, pero es mejor.
Que despacio se va más lejos.
Que despacio se va mejor.

domingo, 30 de marzo de 2014

Estado.

Se llenan mis oídos cuando cantás, hablás, susurrás.
Se calma mi piel cuando me tocás, abrazás, besás.
Se tranquiliza mi alma cuando te huelo, te imagino, te presiento.
Pero cuando te miro mirándome, cuando enfoco tus pupilas,
cuando el verde me contiene y el blanco me sostiene,
no hay sentidos que alcancen para tanto sentir.

lunes, 20 de enero de 2014

Lejos

Quise escribir sobre extrañar y distancias y lejos y deseo
y no pude.
Quise expresar la ansiedad de abrazo, de paso del tiempo, de momentos
y no pude.
Quiero tener tu mano en la mía, mi beso en tu beso, días enteros
y no puedo.
Quise y quiero y te quiero, pero hoy sólo vos me darías la capacidad de escribir, expresar y tener.

domingo, 25 de agosto de 2013

Ojos

Como una gota de lluvia.
Como dos gotas de lluvia deslizándose lentamente.
Dos gotas acariciando las hojas de un árbol.
Del árbol más lindo del jardín. El mejor verde. El más fresco verde.
Gotas que dejan ver el verde a través de su transparencia.
Y dentro de cada gota un bichito, bien en el centro.
Un bichito aprovechando la caída, nadando en la gota sobre el verde de la hoja.
Un rayo de sol. Un beso del sol. Tus ojos.

jueves, 8 de agosto de 2013

Afuera y adentro.

Un pinchazo en el meñique te indica que sí. Que es.
Eso que vos sabés que no sabías que esperabas.
No necesitar abrir persianas para que entre día.

Los cafés llenos de tipos solitarios con caspa en el chaleco.
Las veredas mojadas y los paraguas oscuros.
El agujero en la pared del inquilino anterior.
Los olores a naftalina y sopa al pasar.
El óxido del agua después de días de ausencia.
Los libros marcados en páginas.
La llave de gas, los recordatorios, las agendas viejas, boletas por pagar.
Ya nada de todo eso te importa.
Nada. No prestás atención a nada de todo eso.
Porque lo nuevo tapa, lo nuevo lava, lo nuevo cura.
Porque tanto afuera y tanto ajeno, se disuelven con un traguito de té y un beso.

sábado, 21 de julio de 2012

Sin corregir, publiqué.

Escribo porque no le tuve que pedir permiso a nadie.
Simplemente, por continuidad, lo que pienso mueve mis dedos, y lo veo ahí.
Parezco excusarme, y sí... en estos tiempos pareciera que uno por todo tiene que pedir: permiso, disculpas, atención, silencio, respeto, por favor; pedir.
Y no veo mucho la gracia, es, de hecho, horrible. Pero pasa. Como todo lo horrible: pasa. Uno no lo busca, ni lo acepta, sólo pasa.
A veces voy caminando y me río, de un recuerdo u ocurrencia del momento, y en vez de sentirme afortunada por regalarle una sonrisa a tanto gris, la corrijo automáticamente, por las dudas. ¿POR LAS DUDAS DE QUÉ? Por las dudas... no sé, de quedar mal...
Y creo que justamente todo el resto está mal, pero ¿cómo ir contra tanto?, ¿cómo romper tanta nada con una simple y descolocada risa? Y, a decir verdad, no creo que a nadie le importe tampoco, porque nadie va pendiente de nada, salvo de sí y de lo que están yendo a hacer. Es uno el que pone la traba, el quizás, el por las dudas. Y no entiendo bien quién nos mete eso en la cabeza.
Me doy cuenta de que casi todo lo que tenemos incorporado es lo contrario a lo que nos haría libres. La importante mirada ajena, la perfección, la simetría de las cosas, el cielo celeste y las nubes en forma de oveja (al igual que los árboles, las flores y todo lo que en realidad es irregular), la religión estricta, el cumplimiento, los períodos establecidos y los tiempos perdidos.
Y todo eso, nos acota tanto, tanto, tanto, que terminamos manejándonos como si la vida fuera un cubito de cartón. Y no. No tiene límites, ni fronteras, ni siquiera tiempo. Creo, justamente, que la perfección de todo está en que sea inabarcable, irregular, espontáneo y caóticamente hermoso...si nos permitimos verlo.
Y todo este asunto es peligrosamente contagioso. Uno es un poquito feliz, libre, espontáneo, y transmite ganas de ser así. Pero siempre está el que se acerca a marcar error, a enderezar, a corregir. Que el sol es amarillo, que se camina así, y no se ríe en la mesa. ¡Qué tristeza!
Mantengámonos tan desorbitados como se nos cante, que para cuadrado ya existe el ataúd o la urna.
No hay vida que valga la pena sin alegría. Y no hay alegría que no surja de la libertad.

lunes, 16 de julio de 2012

Repetimos y repetimos.

Sin investigar sobre el tema, porque prefiero reflexionarlo sola, y equivocarme; pensé en las mariposas, y en cómo se sabe que viven un día.
Todos decimos 'las mariposas viven un día', pero no sabemos si es verdad, como casi todo lo que creemos  y repetimos.
Pensé que quizás se sabe porque se ha hecho la prueba. Pero, me pregunto, ¿dónde? Para comprobar realmente que al cabo de 24 horas aproximadamente la mariposa estaba muerta, debieron haberla encerrado en algún lugar, grande o pequeño, pero cerrado (porque sino tranquilamente podría haberse ido, y no muerto).
¿Y cómo saben que libres, en su hábitat, con la infinidad de espacio a su disposición, no viven menos o más de un día? Quizás se cansan y viven menos, o tal vez no se estresan por el encierro y viven más.
¿Será que si sueño con que muere una mariposa le alargo la vida (es lo que se dice sobre los sueños de muerte y no se por qué)? ¿O que está tan comprobado que viven un día, que ni eso funcionaría?
Lo único que sé, es que nunca vi una mariposa muerta, y supongo que en el suelo uno debería encontrárselas a diario, camino a la facultad o al supermercado, sobre todo en Buenos Aires, donde uno vive mirando la baldoza que pisa para no llevarse sorpresas ingratas (que quizás, y tampoco sé por qué lo dicen, den buena suerte). ¿O será que cuando saben que van a morir vuelan tan alto que quedan suspendidas en regiones de "cielo" desde donde no pueden caer (cosa que se dice sobre los pájaros, y que tampoco sé el motivo)?
En fin, entre tantas pavadas (o no, no sé) que se dicen, yo sinceramente prefiero pensar que viven mucho más, incluso que son inmortales. O que hay cazadores de mariposas que las coleccionan. O algo, pero no que viven un día, me pone triste.
Si alguien, sin googlear, sabe el por qué de alguna de las cuestiones que mencioné, que me lo cuente.

miércoles, 18 de abril de 2012

Momento

Y en mi 'todo o nada' del quehacer permanente
te encuentro, desprendido, vagabundo,
como buscando diluirte en el aire,
disimulando tus pasos,
borrando las líneas de la calle.

A mí, entre quejas y disgustos,
se me esfuma el mundo, se me pierde.
No hay mucho más allá de vos,
y no aparecen más motivos,
nada me preocupa, sólo este encuentro.

Y revuelvo penetrante con mi mirada el espacio
entre mi cara y la tuya, insisto,
¿cómo ser tan distraído?
¿cómo ir liviano, casi volando?
Mirame.

Los segundos se escapan de la escena,
quedo pausada, siguiendo el punto
que desaparece, y se redibujan las líneas de la calle,
las quejas, los disgustos, los ruidos, los quehaceres.
Para no olvidarte antes de cuentas, te escribo.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Llorar y escribir

Con los ojos embarrados
de llorar y de no ver
dibujo el mundo en una lágrima
con aguja y mi temblor.

Es tan débil como una gota
y tan fuerte como un planeta.
Y así soy yo, y así es mi amor;
así funciona todo a mi alrededor.
Tan complejo como el mundo,
pero inabarcable.
Tan simple como el agua,
pero indispensable.

El mismo dedo que me acaricia
me toca y me empuja.
El mismo aire en el que vuelo
me trae tierra hacia los ojos.

Y así, cansada y ciega
levanto vuelo y llueven
gotas como mundos,
que se desarman en mí.