sábado, 21 de junio de 2008

Caretas y verdades.

Imagino tu sonrisa rebuscada,
revolvés en todas partes
y tus labios tironean hambrientos,
hambre de mostrar los dientes,
de dejar de hormiguear en seria quietud.
Y a mi corazón,
casi no le quedan muelas,
tus pinzas se las arrancan de raíz;
no puede masticar más sangre,
le duele latir, le cuesta seguir.
No entiende para qué,
de qué sirve tanto esfuerzo;
le pregunta a tus dientes
qué pretenden de él.
Ellos sonríen sin más,
saben que está herido
pero miran para otro lado,
se muestran a la luz,
felices, blancos, brillantes.
En el fondo sabemos bien,
que tu boca se cansa de aparentar,
que mi corazón ya no aguanta más
y que a mi no me sale actuar.

1 comentario:

Cienfuegos dijo...

:) me enorgullece leerte